Historias de papel y celuloide

El mundo veloz y visual en el que vivimos ha visto nacer un género cinematográfico que yo, que no sé gran cosa, llamo “cine de cómics” y que quienes sí saben seguramente llaman de alguna otra forma. Las adaptaciones cinematográficas de los tebeos, cómics, historietas, cuentos o como les quieras llamar, constituyen ya una tendencia en la que el cine hollywoodense se ha acomodado muy bien, pues le permite abandonar la creación de nuevas historias y dedicarse a adaptar al celuloide (pronto tendré que admitir que este término es obsoleto, ante el dominio de lo digital, pero por lo pronto dejémoslo así) lo que fue creado para el papel.

El cómic es un instrumento ideal para llenar la imaginación del espectador, y una materia prima excelente para la creación de historias visuales. La fantasía de sus relatos, su estética y sus diálogos directos y sencillos son el perfecto caldo de cultivo para el cine de aventuras y acción.

Este espacio, sin embargo, no está dedicado al cine sino a la literatura y su relación con otras artes, de manera que en lugar de hablar del cine de cómics, dedicaré algunas líneas a dos o tres historias que nacieron de forma impresa y que han dado origen a éxitos de taquilla más o menos recientes. No están todos los que son ni son todos los que están. Más bien están todos los que he visto.

De El Hombre Araña a Superman, pasando por Los Cuatro Fantásticos, Hulk, Daredevil, Batman y cualquier otra que a ti lector, lectora, se te ocurra, los cómics gringos han sido llevados al cine desde hace ya un buen tiempo, y en los últimos veinte años hemos empezado a ver en la pantalla grande adaptaciones de las llamadas novelas gráficas como Sin City, The Crow, V for Vendetta o From Hell[1].

Las novelas gráficas suelen tener argumentos torturados y complejos que se desarrollan en atmósferas obscuras, en mundos corruptos que a pesar de no existir recuerdan a la realidad que se vive en las sociedades modernas. Sin City es un gran ejemplo de esto. Sus personajes están cargados de escepticismo, amargura y cinismo. Dirigida por Robert Rodríguez (y Quentin Tarantino), la película hecha a partir de esta novela es una recreación fiel de las viñetas del cómic, básicamente el cómic de Frank millar puesto en movimiento.

Otra novela gráfica llevada al cine, aunque esta ya hace algunos años, es The Crow, protagonizada por un fulano que parece cantante punk y que se dedica a sembrar el terror en los habitantes de los bajos fondos de una ciudad sin nombre para vengar su muerte y la de su mujer. El autor, James O’Barr, creo a El Cuervo tras perder a su primer amor en un accidente de coche por culpa de un borracho. A primera vista podría creerse que la historia gira en torno al deseo de venganza, pero es más bien sobre el dolor. Sobre el inmenso vacío que deja la muerte de alguien que amamos y sobre la rabia que impulsa al protagonista (y a cualquiera) ante la injusticia de la muerte. La película basada en The Crow lleva el mismo nombre y fue protagonizada por Brandon Lee, hijo del mítico Bruce Lee, quien murió a mitad del rodaje. Es una buena adaptación de la historia básica propuesta por la novela gráfica, pero en mi opinión se queda corta en cuanto a los matices del personaje central.

Para no hacer el cuento demasiado largo, cerraré esta Espiralia con V for Vendetta, cuya adaptación fílmica ha estado en cartelera las últimas semanas y basada en una novela gráfica de ese genio conocido como Alan Moore. El por demás extraño señor Moore también creó From Hell, Constantine y The League of Extraordinary Gentleman, mismas que también han sido convertidas en películas con mucho éxito en el caso de Desde el infierno (dirigida por los hermanos Hughes y protagonizada por Johny Depp y Heather Graham), algo de éxito en el caso de Constantine (de Francis Lawrence, con Keanu Reeves y Rachel Weisz), y con resultados desastrosos en el caso de La Liga Extraordinaria (de Stephen Norrington, con Sean Connery).

Regresando a V de Venganza, no quiero detenerme demasiado en la historia para no echársela a perder a quien no ha visto la película, pero el asunto central es la lucha de un héroe enmascarado conocido como V contra un gobierno totalitario. La historia, un tanto apocalíptica, recuerda al 1984 de Orwell, y está basada en la nóvela gráfica creada por Moore a partir de la muy real historia del militar Guy Fawkes quien en el siglo XVII intentó volar el Parlamento inglés y asesinar al rey Jaime I en venganza por las leyes penales contra los católicos. Alan Moore decidió desentenderse de la producción de la película y borró su nombre de los créditos. Juzgue usted si esto fue o no buena idea.


[1] La Ciudad del Pecado, El Cuervo, V de Venganza y Desde el infierno, respectivamente

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